Ya sea liderando un proyecto o formando parte de él, la frase de arriba es característica de todo empresario. Los emprendedores están sujetos a una presión constante derivado de una presión por incrementar números, retener clientes, desarrollar ideas nuevas o rodearse de un ambiente laboral tenso. Inclusive podemos decir que ni dormir permite la relajación deseada, muchas veces nuestra cabeza da vueltas y vueltas pensando en pendientes del día de mañana y hasta de lo agendado al final del mes.
La última encuesta de Gallup sobre salud comparó parámetros entre trabajadores y empleadores.
Los últimos resultaron vivir con más estrés, ansiedad, indisciplina alimentaria, falta de sueño y de ejercicio. El costo de salud que pagan los emprendedores es grande, inclusive hay casos con personas tan deprimidas que aceptaron haber considerado el suicidio como una opción.
El tener en mente ser el número uno hoy en día está acabando con lo fascinante que es vivir el proceso de ser un emprendedor. El tecnológico de Melbourne reportó en su estudio sobre pasiones empresariales que, durante el proceso emprendedor, se registran altos niveles de ansiedad, hipomanía y obsesión. Dice Michael Freeman que “una vez encaminados en el proceso emprendedor, se olvida el cuerpo y se disparan los altibajos en el estado de ánimo”.
Ariosto Manrique, director de Testa Marketing comparte la receta para no terminar acabados en el duro trabajo de ser un emprendedor:
Dieta y ejercicio
“Si somos capaces de controlar una empresa podemos hacerlo con nuestro cuerpo”, frase a la que hace mención el ejecutivo, esto puede resultar algo complicado en un principio pero con disciplina podremos ser capaces de mantener nuestro cuerpo en un estado saludable, acudir al nutriólogo e inclusive el caminar puede ser el principio de un cambio en nuestros hábitos.
Sueño suficiente
¿Duerme las 8 horas recomendadas? No podemos tomar buenas decisiones si nos encontramos en un estado permanente de cansancio, si estamos saturados no pensamos y nuestro estado se vuelve emocional más que racional.
Planeación
-La vida de un emprendedor está en constante movimiento- enuncia, si bien es cierto, una base para cumplir con nuestras actividades eficientemente es organizarlas, una agenda, un horario, e incluso aplicaciones en el móvil nos ayudarán a planear mejor nuestros días. El tiempo es valioso y un minuto mal invertido podría resultar en malos resultados.
Vida familiar
La vida familiar no sólo es un excelente contrapeso en la vida laboral; también es complemento, fuente de inspiración y refugio en momentos difíciles. La familia es nuestra primera empresa redacta, concuerdo con ello, sin embargo añadiría a este punto vida social, compartir con amigos nuestros logros e inclusive recibir consejos de colegas nos permitirá quitarnos un peso de nuestros hombros, siempre es bueno escuchar y ser escuchado.
El ser emprendedor no es sinónimo de estar encerrado en una oficina todo el día trabajando, ahora serlo implica muchas otras actividades extra que alimenten nuestros pensamientos y relajen nuestra mente, realizar pequeñas actividades como leer un buen libro, pasear a la mascota, ver una buena película nos ayudarán a despejar un poco las ideas y éstas fluirán con mayor frecuencia. Manejar una empresa no es una tarea fácil, aprendamos a combinar nuestros tiempos y obtengamos provecho de las pequeñas cosas que nos rodean.