Seguramente hemos acudido más de una vez a algún restaurante ya sea solos o en compañía de familiares o amigos, incluso podemos afirmar que contamos con nuestro restaurante favorito, ese lugar en donde pasamos un rato agradable. Pero ¿por qué regresamos al mismo lugar? Seguramente porque somos bien recibidos, la comida es deliciosa, el personal es cordial, el ambiente es ameno, es un lugar higiénico, nos atienden de manera inmediata o cientos de razones más. Justo de esto se trata la imagen corporativa, se refiere a las percepciones y opiniones que como consumidores tenemos de las empresas que solemos frecuentar.
Muchas veces cometemos el error de confundir Imagen corporativa con Identidad corporativa. La segunda se refiere a cuando combinamos la Identidad verbal (Naming) con la Identidad visual (logotipo, tipografía, colores). Es la representación física de la marca. La imagen visual es uno de los medios prioritarios, que más utilizan las empresas para transmitir y manifestar su identidad, mostrándola al público.
Para lograr la Imagen Corporativa es necesario combinar 3 conceptos:
• Actitud empresarial de los componentes de la empresa
• Identidad Visual
• Estilo de comunicación que prevalezca en la empresa
Si uno de los 3 elementos que componen esta fórmula falla, hablamos de una mala imagen corporativa. Esto sucede mucho en grandes corporaciones que fallan en ocasiones en su forma de comunicar, falseando la realidad o, por el contrario, comunicando muy bien, pero siendo groseros o maleducados sus trabajadores en el trato con sus consumidores. Debemos trabajar desde el fondo de la empresa, es decir desde quienes la conforman ya que son quienes están en contacto directo con los clientes.
La imagen la forman los clientes con base en el contacto que tengan con la empresa.
Esta imagen es más poderosa que los intentos que hagan en la empresa por mejorarla por medio de la publicidad. Como lo hemos repetido en innumerables ocasiones son ellos quienes le dan vida al negocio y son quienes nos posicionan en el mercado.
