Como muchos de ustedes ya sabrán, la demanda en cuestiones de economía se refiere a la necesidad o deseo del mercado por adquirir algún producto.
En el caso de la franquicia, lo que se busca es conseguir nuevos franquiciatarios que puedan llevar nuestra empresa a otros lugares, a más gente.
Lo más lógico sería que se generase una demanda a raíz de una necesidad, pero con tanta empresa de absolutamente todo, es difícil encontrar una necesidad que no esté cubierta, sin importar qué tan buena sea su solución. Es por eso que la clave para generar demanda, en cualquier caso, es la innovación.
Muchos podrían tenerle miedo a la palabra en sí o al concepto mismo, pero con innovar no nos referimos a que tengas que crear algo que no exista para ser el único y que todos vengan a ti. Lo que pasa (y lo que varios no han entendido) es que la innovación no es crear de cero, sino ser más ocurrente, tomar lo que hay y mejorarlo, solucionar de una ocurrente y nueva manera un nuevo (o el mismo) problema.
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Ahora, aplicar este principio a tu nueva empresa puede ser difícil porque ser innovador no es solo hacer las cosas diferente o buscar otra forma de resolver el problema, se trata de que esa solución sea buena y guste a la gente. Una vez que la encuentres, tendrás la clave del éxito.
Si tu franquicia es de comida, puedes crear una identidad corporativa o un branding que genere apego del consumidor hacia tu empresa o puedes lanzar al mercado un producto que llene la necesidad de tu cliente.
No es necesario llenar la necesidad de todos los clientes, pero si vendes hamburguesas y lanzas una hamburguesa vegetariana que dona un cierto porcentaje a la Sociedad Protectora de Animales de tal lugar, probablemente pueda darte un plus con un sector que va a hablar bien de ti. Evidentemente, todas estas estrategias requieren una previa etapa de investigación y necesitan el seguimiento de profesionales que asesoren e interpreten los resultados.
Puedes hacer una campaña para todos los establecimientos de tu franquicia o por sectores, tratando de innovar en las estrategias o tratando de darle ese “plus”, ese “valor agregado” que hará que la gente quiera comprar en tu empresa y no en cualquier otra. Mientras más gente quiera comprarte, tu empresa crecerá y más inversores estarán convencidos de que es una buena idea concretar un negocio contigo.
Quizá esté de más decirlo, pero la calidad y el trabajo bien hecho ayudan mucho a que tu marca se consolide con una gran reputación. Así, generarás demanda para tu franquicia y puede que los resultados no sean visibles a los dos o tres meses, pero con constancia y creatividad, tu franquicia se irá expandiendo y mucha más gente conocerá tu servicio o producto.
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