Aeroméxico, tiene perfilado un plan para poner en marcha una nueva estrategia comercial: convertir sus oficinas de venta de boletos en franquicias.
Ello ha generado cierto desconcierto entre su personal por el futuro que los envuelve.
La aerolínea que encabeza Eduardo Tricio tiene muy bien definido su siguiente paso a seguir para su crecimiento y consolidación, y su plan es la venta de sus diferentes oficinas alrededor del país, con la consecuente preocupación para sus actuales empleados en los citados puntos de venta, ya que será decisión del franquiciatario seguir o no con el personal que labora en dichas oficinas.
El reto de Aeroméxico a corto plazo es crear 300 franquicias, hasta en las ciudades donde no mantienen vuelos ni existen aeropuertos. La mayoría de los empleados de la aerolínea coinciden en que la empresa debería de mantener algunas oficinas propias en ciudades importantes de la República Mexicana, como es el caso de la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Cancún.
Esto sin duda es una arma de dos filos para la línea aérea, ya que algunos empleados aseguraron que aunque sea franquicia de Aeroméxico, en algunas partes del sur del país, se empiezan a vender vuelos de la competencia, por los altos precios que mantiene Aeroméxico en algunas de sus rutas.
También se asegura en diversos círculos que parte de esos despidos se debe a la estrategia de la aerolínea por reducir costos y contratar más gente por medio de outsourcing, de forma que pueda seguir así con su política reciente de más tarifas promocionales y ser más competitivos en el mercado.
Fuente: http://www.reportur.com
